martes, 25 de mayo de 2010

El Círculo de Cristales de Montserrat


Esta es la presentación del trabajo que se efectuó en Montserrat, y que tuvo comienzo en el verano de 1995.
Fue un trabajo que comenzamos los dos, Marisa, mi compañera, y yo, y que a lo largo de los restantes años se ha ido completando con diferentes personas que nos fueron acompañando a la Montaña.
Todo comenzó pues, cuando decidimos hacer diversas rutas repartidas por toda la geografía de la Montaña.  Al final de cada camino, depositamos un Cristal Maestro, colocado y oculto en un punto concreto de esa zona. Cada una de esas zonas es un enclave especial de Montserrat, que “sentimos” era el lugar desde el cual cada Cristal se conectaría con el siguiente y el anterior, sumando un total de Siete Enclaves.
Dos Cristales más, en una de las Puertas de entrada a la Montaña, forman una “barrera” limpiadora, desde donde se comienza cada año la Rueda Sanadora.
Al final del recorrido por el perímetro de Montserrat formamos un Círculo completo.
¿Qué sentido tiene este trabajo, y el círculo?
El Círculo es, tanto simbólico como práctico.  El Círculo representa el Aro Sagrado, a todos los seres de la Creación.  La Rueda Medicinal, que nos puede ayudar a sanar nuestras emociones, el contacto con los demás seres, tanto humanos como del reino animal, vegetal, mineral, y los seres que no vemos, pero que están ahí.  Podemos ampliar nuestra visión de las cosas que nos rodean hasta hacerla más global.
La primera forma de trabajar con los Cristales Maestros es, desde luego, la más laboriosa, sobre todo en el sentido físico, ya que se trata de volver a hacer los caminos que conducen a los Cristales.  En total se trata de nueve caminos: el primero es una presentación a la Montaña del grupo o personas que los realizarán, donde nos comprometemos, principalmente con nosotros mismos a renovar el Círculo.
Los siete siguientes son a cada uno de los enclaves donde se hallan los Cristales y trabajar en cada uno de ellos el aspecto que representan.  El último es la ascensión al Montgros, una gran peña situada en medio de la Montaña, para hacer en sí, la Rueda Sanadora, principalmente con los que han hecho todos los caminos, y con todos los que quieran acompañarnos.  Se trata en realidad de una rueda de energía, término más conocido por la mayoría de personas.  Damos gracias por todas las bendiciones otorgadas durante los caminos a las personas que los han hecho. Podríamos pedir el final de las guerras, de la miseria...sin embargo, ¿qué son sino consecuencias de otras cosas?  Meditamos y oramos por la claridad de visión de todos los seres, la toma de conciencia, de una Conciencia Global en la que nos vemos todos en iguales condiciones.  Vemos a todos los seres de todos los Reinos con los mismos derechos.







Damos gracias por todas las cosas que nos llegan cada día, y que, precisamente por eso no le damos la importancia que se merecen. Pedimos fuerza para sentir de verdad el Amor que recibimos y nos podemos maravillar del Amor que podemos ofrecer.
En realidad, no es cuestión de pedir, sino de ser conscientes de la cantidad de cosas que ya tenemos. Entonces, si cambia nuestra actitud, estamos sembrando buenas y duraderas semillas para acabar con las guerras y las miserias.

Aunque hay otras formas de trabajar con el Mandala de los Cristales Maestros, esta es, sin duda, la más importante. Al sumar a nuestro interés por un trabajo interior el hecho físico de tener que caminar durante nueve días distintos, se cuestionan y salen a la luz más cosas de las que nos imaginábamos. 



En realidad, el trabajo de cada persona  comienza, no ya desde el momento que se comienza a caminar, sino desde el momento de que tomamos la determinación de hacerlo.  En estos años, muchos han comenzado, pero pocos han acabado.  Nuestro principal problema es...nosotros mismos.



A continuación pasamos a describir el nombre de los Cristales Maestros por orden de cómo se hacen los caminos, así como una breve descripción de las energías que en cada uno de ellos trabajamos.




CRISTAL DE LA PORTELLA.  En él miramos al Cielo y damos Gracias por todas las Bendiciones que recibimos cada día. Por esa Luz que cada uno define a su manera como Dios, Gran Espíritu, etc. Comenzamos a vislumbrar que, en realidad todos somos iguales, y que “venimos de las Estrellas”.  Trabajamos con el  séptimo centro de poder, o chakra, como se le quiera definir: la coronilla.



CRISTAL DEL AGUILA:  trabajamos con la Visión Clara, tanto por dentro como por fuera.  Intentamos que la mente se acostumbre a desapegarse y a no juzgar.  Que podamos ser observadores libres, tanto de lo que nos rodea como de nosotros mismos.
Aquí el chacra es el entrecejo.



CRISTAL DE LOS ECOS:  profundizamos en nuestro quinto centro, la garganta. Intentamos abrir nuestro canal para dar y recibir, para que nuestras voces sean escuchadas, y que la comunicación con lo que nos rodea se haga más clara y latente.
La Naturaleza tiene muchos mensajes que darnos.  Escuchas?



CRISTAL DE TABOR:  aquí el centro es el Corazón, con mayúsculas.  El Amor y la Compasión (no confundir con la compasión católica.  Amamos lo que nos rodea porque todos somos lo mismos.  Todos estamos emparentados. Cada cosa es una representación del Gran Misterio, por lo tanto son sagradas.



CRISTAL DE TEBAS:  es el centro del Fuego, de la Fuerza Interior.  La fuerza y la acción para mostrar nuestra creatividad y ponerla al servicio de la Comunidad.  Es el poder para actuar cada uno como la pieza que somos en la cadena infinita.  Trabajamos con el centro del plexo solar.






CRISTAL DE LA PALOMERA:  Aquí ahondamos en el segundo chacra.  Meditamos sobre nuestras emociones, sobre de qué manera nos relacionamos con el mundo físicamente.  Cómo sentimos a los demás, su tacto, el nuestro, las relaciones sexuales, y como expandimos nuestra creatividad.



CRISTAL DE LA TORTUGA:  para algunas culturas ancestrales, la tortuga es la representación de la Madre Tierra.  Trabajando con el último Cristal, profundizamos en nuestro chacra base, nuestras raíces, nuestra conexión con el suelo y cómo se canalizan el resto de energías hasta hacerse algo material y tangible.  Es un buen momento para comenzar a expresar en el grupo qué es lo que hemos ido sintiendo durante toda la experiencia.  Naturalmente, el proceso de “digestión” tardará en llegar y a partir de cuando acabemos, cada uno de nosotros irá sintiendo y aclarando todo lo que se ha conseguido durante los caminos, tanto a nivel grupal como individual.





Como cierre de los caminos, el último, el número nueve es la ascensión al Montgros, donde hacemos la Rueda Sanadora.  Después de la rueda y la meditación, llega la Alegría de sentirnos vivos por todo lo que hemos hecho y por nuestras, sobre todo, superaciones personales.  Le damos gracias especialmente a todos los seres que habitan en la Montaña Sagrada por guiarnos y acompañarnos en cada momento.  Le damos las gracias a todos los compañeros de viaje que han compartido directa y físicamente nuestras experiencias, y sobre todo, nos damos gracias a nosotros mismos por la voluntad de querer que todo ello se hiciera realidad.


El tipo de trabajos, meditaciones y “ceremonias” que realizamos en todos los caminos están basados en la Sabiduría Perenne.  Tocamos el Tambor, los Sonajeros, encendemos Ruda, Salvia, Romero,  Espliego y Tabaco para purificarnos y mandar nuestras oraciones. 
Así mismo cantamos Mantras de cada chakra,  tocamos el Cuenco Tibetano y sobre todo trabajamos con Cristales.  Muchas cosas hay buenas que nos pueden ayudar a profundizar en nosotros y a derribar viejos muros que nos separan del resto...y de nosotros mismos.  Estamos abiertos a muchas tendencias. La Verdad no está ahí fuera, sino en todas partes y dentro de nosotros.























TRABAJANDO CON EL MANDALA




Antes de colocar cada Cristal en su lugar, les hicimos una fotografía.  A partir de ello diseñamos un Mandala para meditar, orar y armonizarnos con él desde fuera de la Montaña.  Desde luego, repetimos que no es lo mismo trabajar con él habiendo hecho los caminos que sin hacerlos, naturalmente.
El orden en el que están colocados los Cristales en el Mandala es el mismo que el que siguen los caminos.  Comenzando por la esquina izquierda superior, y en sentido de las agujas del reloj, este es pues, el orden:
CRISTAL DE LA PORTELLA:  Chakra Corona.
CRISTAL DEL AGUILA:  Chacra Entrecejo.
CRISTAL DE LOS ECOS:  Chacra Laríngeo.
CRISTAL DE TABOR:  Chacra Corazón.
CRISTAL DE TEBAS:  Chacra Plexo Solar.
CRISTAL DE LA PALOMERA:  Chacra Ombligo.
CRISTAL DE LA TORTUGA:  Chacra  Raíz.

La foto central corresponde a una vista del Montgros, el Centro, desde donde se hacen las Ruedas, en medio de los Siete Cristales Maestros.



ALINEANDO LOS CENTROS DE PODER


Una forma personal de trabajar con el Mandala sería contemplándolo, Cristal a Cristal, comenzando por el de la Portella.  Respiramos profundamente tres veces, mientras miramos el Cristal, y lo vamos ubicando en el Chacra correspondiente, iluminándolo con su Luz. 
Al acabar los siete Cristales, fijamos la mirada en la foto central, y respiramos sobre ella durante tres veces. Cerramos los ojos y nos sentimos o visualizamos totalmente encendidos.  Nuestra aura está resplandeciente y radiante.  Quienes han hecho los caminos se “ven” de pie en el Montgros, en la posición que en su momento se hizo, rodeados por Siete faros de Luz, los Siete Cristales Maestros.
A partir de aquí podemos seguir meditando sobre lo que deseemos, podemos orar, o podemos seguir también con la segunda parte del trabajo, que a continuación explicamos.

LA RUEDA DE SANACION


Después de la alineación y armonización de los centros, podemos seguir con el trabajo de Sanación.
Nos imaginamos que estamos en el Centro de Montserrat, rodeados por los Siete Cristales Maestros.  Desde aquí los llamamos uno a uno, según la oración de Invocación a los Cristales.
Pedimos ayuda a la Montaña y a todos los seres que la forman y pueblan.


Visualizamos una gran columna luminosa que, delante nuestro asciende de la Montaña al Cielo, y otra que desciende del Cielo a la Montaña hasta formar una única Columna Luminosa, donde se encuentra el Gran Cristal Biterminado.
Una punta al Cielo y otra a la Tierra.
  En estos momentos damos gracias por todos los dones recibidos en el pasado, presente y futuro, y le deseamos esa armonía a todos los seres.
Podemos “llevar” hasta ahí a alguien que deseemos sanar para que se vea beneficiado de la Columna.
Cuando creamos que hemos acabado, volvemos a darle gracias al Cristal Central, a cada uno de los restantes Cristales, a Montserrat y al Gran Misterio por la oportunidad que hemos tenido de recorrer el Sendero de la Belleza.


miércoles, 2 de septiembre de 2009

Pateando por Montserrat!


YAHOO.....!!!!!!!! Aquí ponemos los diarios de un@s cuant@s loc@s que nos gusta patear por Montserrat. vamos subiendo fotos y venga esa caña que ya llevamos unas cuantas pateadas no? A moverse..........